El proyecto “Patioa eraldatzen” del
instituto público Ellacuria-Zurbaran, tiene como objetivo transformar el patio
del edificio Ellacuria, ubicado en el barrio de Zurbaranbarri, en Bilbao. El
patio es utilizado no solo por el alumnado del instituto durante el horario
escolar, sino que, por las tardes, fines de semana y vacaciones lo utilizan las
familias de la escuela de Zurbaranbarri y las personas vecinas del barrio. El
proyecto surge de la AMPA del instituto, en estrecha colaboración con la
dirección del instituto.
El proyecto plantea cuatro ejes para la
transformación del patio: el aumento de la actividad física entre el alumnado y
reducción del sedentarismo, la convivencia, la igualdad y el contacto con la
naturaleza. Para abordarlos, se utiliza la metodología de design thinking, con cinco fases o pasos: empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar. De
esta forma, en febrero y marzo se realizaron diez talleres con el alumnado de
1º de la ESO (102 alumnas y alumnos), para entender el proyecto y sus ejes,
realizar un diagnóstico colectivo y, sobre éste, realizar propuestas
preliminares de manera colaborativa.
Recogidas, analizadas y sintetizadas
dichas propuestas, en abril y mayo se preparó un documento con las primeras actuaciones
a realizar y evaluar, dejando otras para próximos cursos. El documento se
compartió con el profesorado, las familias, el AMPA y la dirección de la
escuela de Zurbaranbarri y la AAVV Goiuri. En paralelo y desde el inicio, se
realizaron consultas a personal técnico de Educación del Ayuntamiento y de
Gobierno Vasco.
Con ello, entre mayo y junio se llevaron
a cabo las siguientes actuaciones correspondientes a esta primera fase: se creó
el rocódromo; se reconfiguró el patio creando tres campos de juego, actividades
laterales (rayuela, salto de longitud), y una “plaza del ajedrez” como espacio
de encuentro, juego y en la que poder ubicar en el futuro el “quiosco” o
espacio de venta de comida por parte del alumnado para obtener dinero para
viajes de estudios. También se habilitó una nueva zona estancial en la parte
alta de la zona verde, con unas plataformas de madera mirando tanto al campo
como al verde, a modo de grada en la que poder sentarse o tumbarse, en contacto
con la naturaleza, y también como escenario de actividades hacia el patio, con
el verde de fondo.
Por último, en junio se realizó una
primera evaluación de las intervenciones, los cambios en el patio y el proyecto
en sí. Tanto por parte del alumnado como del profesorado. Para el alumnado, las
intervenciones que más gustaron fueron las plataformas /grada en la zona verde,
el rocódromo y la plaza del ajedrez. De manera global, la mayor diversidad de
espacios y actividades resulta en más opciones para relacionarse, realizar
actividad física y acercarse algo más a la naturaleza. Por ello, de manera
general, para el alumnado el patio mejoró sobre todo en cuanto al aumento de su
actividad física y al contacto con la naturaleza (con una percepción mayor de
dicho cambio entre las chicas que entre los chicos), y también mejoró en cuanto
a la convivencia e igualdad. Desde el profesorado y las familias implicadas se
corrobora, destacando la importancia de la gestión del uso de los nuevos
espacios creados, y el impacto que ello tendrá en los ejes del proyecto.
Con
todo, en el proyecto ha involucrado a 193 personas y, considerando el
profesorado y familias, ha alcanzado a 945. Desde el AMPA esperamos poder
continuar en los próximos cursos con las actuaciones que quedaron pendientes.