En el movimiento físico y en el juego cotidiano se reproducen roles de género, relaciones de poder, de dependencia, de discriminación y exclusión, actitudes que refuerzan la definición de las culturas de género y las desigualdades entre chicos y chicas.
En el Proyecto Educativo de la Escuela de Uríbarri la educación para la convivencia es un objetivo prioritario, por lo tanto, el PATIO ESCOLAR no puede quedar en el olvido sino, por el contrario, debe ser aprovechado tanto como observatorio como de espacio de intervención educativa.
Consideramos imprescindible que los procesos de transformación se hagan tomando como marco la coeducación, favoreciendo así que la perspectiva de género esté presente en el centro de manera transversal y por parte de toda la comunidad educativa.
Entendemos pues, el patio, como un espacio y un tiempo en el que los niños y las niñas puedan disfrutar del máximo de experiencias posibles y tengan la posibilidad de escoger libremente dentro de esta diversidad de opciones.
La incorporación de la perspectiva de género nos permite poner el acento sobre aquellos elementos físicos, funcionales y pedagógicos susceptibles de transmitir estereotipos que legitiman las desigualdades y perpetúan las situaciones de discriminación entre y hacia los niños y las niñas. Algunos de estos elementos son la disposición del espacio y la ocupación de este, el juego que allí se desarrolla y los materiales que se utilizan.
Además es el lugar idóneo para poner en práctica a traves del juego y el movimiento, todo lo trabajado en tutorías sobre habilidades, actitudes de respeto, de cooperación, de solidaridad, de no discriminación en función del sexo, origen, etc.
Tras el proyecto de transformacion de patio llevado a cabo durante el curso 21-22 se ha dotado el espacio de materiales y elementos que favorecerán sin duda los objetivos descritos. Este proyecto supone un punto de inicio de una serie de actuaciones que poco a poco irán transformando el espacio.