La salud emocional del cuidador es básica para poder hacer frente a los cuidados que un paciente afectado por demencia necesita. El 33 % de los cuidadores manifiestan tener sobrecarga emocional derivado de este rol de cuidador, además de estrés, ansiedad, dolores de cabeza, insomnio, etc.
Contar con un apoyo psicológico especializado, durante el proceso de enfermedad, supone un activo de salud importante para el cuidador y las familias afectadas por este tipo de patologías neurodegenerativas. Aprender a cuidarse, como cuidador, desde las fases iniciales de la enfermedad ayuda a prevenir la sobrecarga y que aparezcan otra sintomatología asociadas como estrés, ansiedad, depresión o síndrome del cuidador quemado.
Nuestra asociación cuenta con una psicóloga especializada en enfermedades neurodegerativas y abordaje terapéutico de los cuidadores.
Se trata de un servicio individualizado que funciona bajo cita previa y qué atiende de lunes a miércoles, en horario de mañanas y, los lunes, en horario de tardes. Se podrá concertar cita en otro horario, según necesidad del cuidador y previa disposición de la profesional.
En este servicio se trabajan aspectos relacionados con el impacto socio familiar y emocional que supone tener que hacerse cargo de la atención que un enfermo de Alzheimer u otra demencia, requiere, en el día a día y a lo largo del proceso de enfermedad.
Los temas principales a abordar son: aceptación del diagnóstico, estrategias comunicativas con el afectado, manejo de alteraciones conductuales, sobre carga del cuidador, gestión y manejo del estrés, duelo anticipado, proceso de duelo y otros aspectos psicoeducativos.
Este recurso es un servicio que la entidad ofrece a un precio muy subvencionado de 20 € /sesión (1 hora) , por lo que el cuidador no tiene que hacer un gran gasto en su economía para poder recibir un apoyo psicológico especializado cerca de su localidad.
Este servicio funciona a lo largo de todo el proceso de enfermedad, adaptándose a las necesidades del cuidador y a los cambios a nivel anímicos y emocionales que el familiar sufre conforme la situación cambia, tanto la necesidad de cuidados del paciente como su situación personal: apoyo familiar, situación laboral, situación social, situación económica, etc.
Consideramos que desde los equipos de atención primaria este es un recurso que sería muy adecuado a recomendar para este tipo de perfiles de pacientes, que son cuidadores de personas afectadas por una demencia, ya que el compromiso por el bienestar emocional y la salud psicológica del cuidador debe de ser objeto de intervención de todos los profesionales que abordan este tipo de enfermedad.